Sunday, December 10, 2006

-Relato Sublingual-

No lo tengo especialmente anotado, sino en el margen del recuerdo. Toda mi vida he tenido ese cosquilleo insultante. Adentro en mi boca, justo bajo la lengua están las raíces, que con matiz de altanería saludan y se despeinan.

Soy un hombre culto, infeliz, pasado de peso ¡Soy homosexual! pobre y feo. Vivo al día con mi terrible soledad; leo bestialmente, devoro hojas y letras en lugar del desayuno.

He vagado por las calles, bebido mis propios orines. He rogado por respeto, o por lo menos que me humillen. No me ven, no me notan. No tengo nada más que mi boca tensa, incómoda y desgarrada, por la que surge un vello corto, fino y poco pigmentado… como si fuera el vello de un infante.

Mi boca encierra muchas cosas, hay demasiadas palabras hacinadas ahí adentro. ¿A quién podría importarle lo que yo tenga que decir? Si con sólo abrir la boca sus rostros reflejan la repugnancia absoluta.

Todo esto, mi vida a medias, la soledad y sufrir tanto, se convirtió en material que resolvería algún día. Si el que piensa, siente, ríe y llora no me escucha. ¡Chinguen a su madre entonces!, que yo hablare sólo con los pelos de mi lengua.

Sunday, October 08, 2006


...Bienvenidos y gracias por entrar. Siétanse libres de hacer comentarios, críticas y demás aportaciones con respecto al contendio de la página...

Monday, September 04, 2006

.:Lucidez:.

Cuando mi piel desgarrada silba al viento,
hay filiación directa entre poetas de esta estirpe.
Existe un espacio amplio y pleno,
donde retratamos las uñas en la piel amoratada.

Alquímicos y surrealistas,
lectores dadivosos.
Tengan y coman de este tejido repleto de ecos,para no mascullar al amanecer en momentos equívocos.

Este mundo erótico, repleto de insulsas vanidades.
De metáforas con una exquisita belleza,
que incitan a perder lúcidamente la cordura, a sorber cada letra… a sentirla hasta el medio día. A ahogarse en los abscesos más profundos, a hacerlo siempre con un modo abyecto y delicioso...

Saturday, September 02, 2006

-Mañana-


Mañana, hay temor al mañana.
¿Qué hago? Incierta se ha vuelto la existencia.
Mañana no quiero encontrarme con ese abismo en busca del alma perdida.
Mañana quizá el cielo no refleje más mis sentimientos.
¿Y si no despierto?
¿Y si despierto y no hay nadie a mi lado?
Y si no despierto…




Mañana, ¿Aún no llega la lluvia?
Quedó en estar aquí por la mañana y lavarme fríamente la nostalgia.
Le he pedido al viento que recorra los rincones olvidados,
y el viento… jamás llegó.

Mañana, me has dejado extrañar,
pero recuerda, que el que extraña demasiado tiende a olvidar.
Por eso te aferras en llegar cada mañana,
para no ser yo quien por olvido te desprecie.

Mañana, te pido que no borres la silueta perfecta,
déjala, que duerma a mi lado.
No vengas mañana si es lo que quieres,
Es más, jamás regreses,
así no habrá razón para vivir temiendo.

Tuesday, August 15, 2006

*Carne inexistente*


Mi carne inexistente que ama, entre la niebla se
encubre pudorosa.

Alojo los escombros…
soy una feroz cueva de náufragos.

Si es que entras, ya no sales.
Te quedarás ahogando lamentos, remilgado; con sonrisa de oreja a oreja, pero sobre todo silencioso, sospechoso en tu nueva morada.

Monday, August 14, 2006

-Onírica Realidad-


La profunda coladera, lejos de ser un simple drenaje, por la mañana me permitió viajar a un mundo totalmente inexplorado para mi, simplemente fascinante.

Eran las 7:25 de la mañana, rutinariamente me levante y abrí la regadera. Agua tibia, y el vapor se mecía sobre mi cara. Los ojos aún hinchados y lagañosos me ardían terriblemente. Con terrible desgana y temor al frío intenso que se vive en esta época, quite mi ropa y poco a poco me fui metiendo a la regadera. Primero una pierna, luego un brazo, cuidando siempre que el agua no estuviera demasiado caliente. De pronto estaba ya completamente mojada, y la cálida sensación del agua escurriéndome por todo el cuerpo me hizo contener por un instante la respiración. Ya enjabonada, entre el aroma a vainilla del jabón y mi débil cuerpo aún dormido, me recargué en la pared y lentamente sin darme cuenta fui resbalando hacia una esquina.

Fue tal la dulzura que seguí cayendo, y conforme mi cuerpo tocaba el piso yo seguía la trayectoria del agua. La seguía por completo, hasta terminar convirtiéndome en gotas que se iban por el drenaje. Me impresionó tanto verme escurriendo por los tubos, que quise adherirme a un pedazo de lama en las orillas de la coladera. Mis intentos fueron inútiles y terminé dejándome llevar por la corriente.

Cuando sentí que ya no caía más, de manera brusca me golpeé la cabeza, y sólo palpé mi líquido cuerpo. La tensión me estremecía, y al echar un vistazo a lo que me rodeaba, descubrí un lugar oscuro, pútrido, lleno de ámpulas, si… ámpulas por todos lados. Era un espacio húmedo y solitario, que incitaba a recordar mis temblorosas entrañas. Las yagas nacientes de las paredes violáceas me obligaban a pensar en mi boca infectada.

El suelo, blando e inestable, me paseaba entre su carnosa superficie, moviéndome de un lado a otro como si tuviese vida propia. Todo era sumamente extraño, la curiosidad y el temor se apoderaban de mí. Pero al ser capaz de hundirme entre la rejilla, al caer no tuve la misma consistencia, estaba blanda, y flácida.

Poco a poco recobré la postura, y a gatas palpe deliciosamente la carnosidad de la habitación. Repentinamente un impulso incontrolable me orilló a lamer cada centímetro que tocaba, sentir su sabor me hacía enamorarme más del lugar. Estaba tan solitario, silencioso, excitante. Nadie mas excepto las ámpulas y yo estábamos ahí, compartiendo felizmente las bacterias que las habitaban. Los colores comenzaron a brillar, esa pus que exhalaban las paredes dieron luz a los rincones.

Mágicamente todos cantábamos, gritábamos, gemíamos. Era un festín de infección que lejos de ser repulsivo, me llamaba a atragantarme de la mugre que caía por la rendija. Yo recuerdo que abrí la boca, dejando caer todo en mí. Era placer ver como me enmohecía por dentro, la humedad me filtraba y poco a poco me hacía partícipe de la vulgar micología. Una orgía patológica que culminó en un orgásmico cuadro infeccioso. ¡Que belleza, que delicia! Me sentía tan extasiada que no desearía jamás regresar… Ahora comprendo por que el agua se resiste a ser reciclada…

Monday, August 07, 2006

Mi vida como mosca infecta...



Los días se gastan sin nada nuevo que contar.
!
Estoy a falta de noticias! Con desinterés, con frialdad.
Huelo a rencor, a borrasca y a escalofrío.

Tengo venas subrayadas con tinta y carreteras coloreadas de azul.
Y la misma pluma que dibuja círculos en mis tobillos,
rodea con espirales una curva en el camino.
Un haz de casas con anteojos,
una ladera de esperanza con corona negra,
hombres esperando arrodillados entre las matas
cajas de granadas explotando alegrías.

Facciones cautelosas, retraídas, que demandan alergias con lujuria.
Estoy es una ciudad sumergida,
el agua se cierne sobre nuestras cabezas.

¡Que nos lleve la muerte con los sueños intactos!

Friday, May 26, 2006

Gesto



Voy a someterme a esa limitación de espacio,
apegarme a las condiciones predispuestas.
Anticiparme a tus palabras, limitarme a las que de mi boca salgan.

Ayer recordé en una palabra tus gestos.
Y desde mis tumultuosas entrañas me despojo de ti… cuerpo mío en pedazos.

No te alarmes ante el inminente derrumbe,
que en mi mundo sólo yo soy tu dueña.
Quiero saltar con el pecho húmedo y liviano
hasta tocarte, hasta encontrar tu piel a punto de ser rasgada.

Tranquila, tan ligera, no cuento intimidades. Me refugio en rebuscamiento analítico, en una cierta frialdad humanamente poco posible.

Friday, April 14, 2006

*Tras Flagelos*

Tras flagelos que se alteran cuando caen en nuestra espalda,
me abstengo de romperles los hocicos vegetales.
Suave, cuéntame tu suicidio silencioso.
Nada de cielo, sólo silencio.

El vapor alado que seduce
desde lo más inquieto de tu persona,
pasivamente sobrepasa un grado.
Pero la luz completamente negra,
deja ciego y vincula el humor con la presencia.

No es sólo la fusión de elementos que aparentemente contradicen, es la visión panorámica de un movimiento individual y correcto. Es reconciliar nuestros fines con los no visibles, sin mostrar las carencias evidentes de nosotros mismos.

No se intente comparar el latido rojo de un corazón humano,
con el paciente temblar de un cuervo oscuro.
Alejarse de lo que ya está apartado,
que no se haga esto una costumbre.