Wednesday, November 30, 2005

♀Ancianos Bastardos♀


Entre la carnaza viva de los celos guardados,
espera muy quieta el borde de la grieta, viviendo el sonido en progreso, el fuego que abraza, consume y el fuerte desmayo que deja.

Un día, una muerte, o dos o tres, encajado el demonio arrastra los cuerpos más bellos,
los más perfectos…Y sus garras con dientes encaja, y la ceniza tan negra que deja cuando muerde.

Son seis mis pulmones que no disfrutan de hierba, e inclinados se meten entre la tierra con tal de no convivir con el mundo tan viejo. Ancianos bastardos!...Las lenguas plegadas, caídas y putrefactas.


Por que con llanto recuerdan esos cuerpos cortados, los brazos quemados, las reces molidas, los puercos envueltos y embalsamados.

Saturday, November 26, 2005

*Cotante*

Estimado amigo… Que sólo la noche te ama…

Somos víctimas de un Dios satírico que envidia nuestro amor prohibido.

Y por eso separó nuestros cuerpos, no nos dejó ser uno solo.
Destiló nuestra sangre dejándome a mí lo más rojo.

En la palidez vives, deambulando solitariamente.
Tu paz la encuentras si vives a obscuras, por no revelar tu figura mal hecha.

Te sientes mutilado, disfrazado, te sientes falso, te sientes vano.

Por tu ciega mirada me dejaste llegar, mordiendo tus garras volvimos a empezar.
Y con la claridad de la muerte suspendida entendemos la verdad del despojo.

Somos reos del averno, presuntos anormales, disfrutamos del olvido para ver el sol de nuevo.

¿Ahora te das cuenta?
De que en realidad estamos muertos. Sólo eres una falsa vida, y yo.

Soy lo que nadie quiere ver, soy lo que todos sueñan ser,
soy sólo yo…y juntos somos la oscuridad.

Monday, November 21, 2005

-Clara Vulgaridad-

Si has logrado llegar a un límite, en que cual ya no distingues entre la realidad o la fantasía., esto puede ser de mucha ayuda.

Son las 6:15am, se me hace tarde!, -rápido.... rápido, ponte el pantalón, la blusa, calcetines y zapatos negros... no olvides el chaleco, si no te regresan...no chingues! ya es tardísimo. Está bien, no olvido nada, lavate los dientes, pintate la boca y córrele, antes de que esta señora empiece a pitar. Como molesta que haga eso.
En fin, ya llegue a la escuela, y tengo un dolor en el estómago que no se quita. Que horror! Hay como mil escalones hasta llegar al salón…34, 35, 36 ….37…… ………38……………….40.

Padre nuestro que estas en el cielo… bla bla bla! Los mismo de siempre, la misma pinche rutina. Repiten el padre nuestro casi automáticamente. -Sí, SI!!!! Estoy rezando! Camino y otra vez estos escalones. Llego casi a gatas al salón, me arrastro a la silla y me hecho a dormir en lo que llega el profesor.

Buenos días!, dice el profesor con entusiasmo, mientras que yo estoy harta de verle la cara hasta en mis sueños. Saco mi cuaderno y me pongo a dibujar perfiles, que a mi compañera de enfrente le dan miedo. Uyy pobre de mi, siento que mi estómago se va a asomar por la boca a saludar al profesor, hasta mareada estoy, ha de ser por que es muy temprano, o por hambre, o por… ay yo que se!. Perfecto, terminé antes que todos. Califíqueme por favor. -Quítate de aquí, yo llegué primero.

Tras dos horas de estar calentando el asiento, por fin nos liberan, cortos parecen los minutos afuera de la jaula. El dolor continúa, y es más fuerte. Mejor no saldré, afuera hace frío. De pronto giré mi cabeza y vi que todo el salón estaba pintarrajeado con líneas y puntos rosas, ramas gigantes parecían estar empotradas en las esquinas del salón, los techos se ondulaban mágicamente. No recuerdo haber consumido ninguna sustancia alucinógena… al menos no concientemente. Por momentos lograba ver una mesa con alguien ‘’normal’’ sentada frente a ella, pero en cuestión de segundos ya era una cosa sin forma, una mesa sentada en una persona para nada normal.

Cierro mis ojos, y estoy flotando encima de un colchón, acostada con un traje amarillo y unas hermosas botas cafés, y entre notas agudas tarareo que mi estomago anda jugueteando por todos lados, y que eso me duele!. Mi cabello esta corto y enmarañado, raíces negras salen de él. Una inquietud salvaje me impulsa hacia las aguas que me rodean, de un brinco estoy nadando en ellas. El agua esta fría, y a lo lejos puedo ver a varios compañeros desnudos disfrutando del receso. – El timbre de nuevo, lo escucho, pero esta muy lejos el sonido. Abren la puerta del salón y entran los demás. ¿Qué? ¿Por qué sigo viendo a la gente así? Toda rara, con caras largas y hombros chuecos. Que mal! Sigo en mi viaje, pero lo peor es que no se ni que me tomé. Mis manos están arrugadas… Sin darme cuenta, sigo sumergida en las aguas, que de repente se tornan mesa-bancos y después son olas inmensas.

Vaya! Señorita! Hasta que se digna usted a cepillar esa escobeta que llama cabello, córrale y tráigame un café, pero vaya a gatas! - ¿Qué?.. ¿Me habla a mí? Ok ok ya voy, no se enoje.... –A gatas dije!.. ¿Qué? ¿Cómo voy a ir a gatas hasta la cafetería?.. Esto ya es demasiado! Intento reconocer al tipo que me esta diciendo eso, y en lugar de ver a un profesor bien peinado y perfumado, sólo veo un simio que felizmente se rasca la barriga, deseoso de brincarle a la cabeza a una compañera... Estoy muy mareada! Todo me da vueltas.. y vueltas.. y vuel..tas y.. maaasss vu..eel..ttaaaaasssssssss. ¡¡¡PUAJ!!!!!


Bien niña.. Puedes despedirte de tu 10...Vomitaste al maestro tarada!.

Thursday, October 20, 2005

ºEres llantoº

Son tus venas, tus dedos,
y me dejo llevar por la locura.
Es tu boca, tan amarga, empapada en cosas falsas.
Eres la tentación vivida.
Eres en mi, la debilidad que se encarna día con día.
Eres llanto, y eres risa, eres sólo una abrumadora sobra noctámbula, ansiosa por llenarse de mi carne.
Eres…¿Qué eres?.. sólo eres mal recuerdo…Sólo llegas por instantes, y como la noches después desapareces. No eres constante, no eres enfático, eres voluble y vulnerable, eres frágil, eres débil.
Eres voz aguda, eres grito desesperado, eres fuerza, y otra vez eres llanto...

*eres todo lo que en una tarde solitaria llena mi espacio.*

Thursday, September 29, 2005

-Más allá-

Más allá de lo sentido y resentido,
Tu maliciosa presencia afina la noche.
Eres solo un punto en lo lejano,
Poco después en la transparencia de mi entorno.

Eres obscuridad maltratada por la luz,
Y en el silencio transpiras fuertemente tu dulzura.
por que me aniquilas en la íntima penumbra,
gozoso de ser en dueño en mi inocencia.

Recorriste deseos con acertijos,
Pero finalmente cerramos esa puerta.
De memorias se llenaron mis pulmones,
Ansiosos de probar un aire fresco.

Delirábamos,
y hacíamos de la carne un rito fúnebre…
Sin querer vimos el sol de nuevo,
que con su comienzo alerta una vez mas nuestra existencia.

Somos suicidas renegados,
que movemos lo que es bueno para nosotros.
Y conforme aceleramos el transcurso de la noche…
nos consumimos en el sudor de lo prohibido.

Monday, September 12, 2005

-Amanece-

Amanece, y pienso en ti, en mí.
Que como el viento vago inquieta,

que deliro cuando estoy sobre tus brazos,
que muero tiernamente en una grieta.

Amanece, y nada se y todo niego,

por que negar lo bueno el bien propicia,
Porque es negando como más se entrega.
Por que sangro, y sin cesar deliro.

Amanece, y por ser tu quien primero aparece,
Me falta tiempo para contar tus risas,
Llevo la noche sobre pausadas líneas,
que apresuran todo, incluso la vida.

Amanece, y huelo ya a tu fina trama

que se adentra en la espesura de la noche,
y es tu carne temblorosa la que clama y suaviza.

Friday, August 26, 2005

-Nada-

Mientras ves hacia donde las piedras caen...
yo veo como el viento levanta la tierra.
Tus atentas miradas que hasta poros cubrían
dilatan pupilas que la sombra oscurece.

Caminando, adivinando las horas,
en medio de un vuelo sin destino.
Sofocados por el calor de un día agitado,
que hacía que el polvo ardiera en nuestras heridas.

Heridas abiertas disimulan tu imagen,
aferradas se entierran en tus livianos ojos.
Deseando una muerte sutil y engañada,
en ese momento la vida no parece nada.

Nada sintiera si no estuviera a tu alado,
el olor de mi cuerpo ya no te parece un extraño.
De ser algo tan ajeno formo parte de algo complejo,
una mezcla integrada por dos distintos cuerpos.

Siluetas extrañas generaron tu tormento,
No comprendías que daño nadie te había hecho…
A tu alrededor no hay nada que no conozcas,
Solo estas tú y esta vieja sombra.

Wednesday, August 24, 2005

''Pues bien...''


Pues bien…. Comenzaré por contarles algo muy curioso que hoy me sucedió por la mañana. Estaba sentada en el suelo, frente a mi cama, me costaba trabajo distinguir si era de mañana o de noche, algo en mis ojos no funcionaba como antes. Supongo que era temprano, es todo lo que sé.

Giré mi cabeza y con dificultad noté una cajetilla de cigarros, tomé uno, lo puse en mis labios y lo encendí, en menos de 3 segundos se había consumido por completo, quedaban de él sólo cenizas. El doctor me dice que eso suele sucederme debido a mi enfermedad, una enfermedad extraña que me obliga a aspirar con exageración todo lo que se cruza en mi camino. Creo que de aquí se deriva esta dificultad que tengo para ver, he estado en contacto con ácidos tóxicos de los que emplean en la limpieza de los baños y esta puede ser una reacción secundaria, he leído en sus etiquetas que el contacto directo puede ser causa de ceguera.

Tomé otro cigarro y para que no sucediera lo mismo que anteriormente, contuve la respiración, lo prendí y al llevármelo a la boca, fue tan intensa la aspiración, que hasta el filtro me tragué. ¿Qué tan grave podía ser un filtro atravesado en el duodeno? ¿Hasta donde llegará todo esto? Intenté prender otro cigarro y el encendedor había desaparecido. ¿Dónde carajo estaba el encendedor? De pronto, comencé a sentir que algo me quemaba por dentro. Era el encendedor, que con cada aspiración que daba provocaba que se frotara contra las paredes de mi esófago.

Era molesto pero bastó sólo aspirar con fuerza un par de veces para que el maldito encendedor fuera a dar hasta los riñones. ¡Maldita enfermedad! Ahora no puedo recostarme de lado, cada que lo intentaba el encendedor se enterraba más y más. No sentía dolor, únicamente un molesto cosquilleo. El doctor me había advertido de la posibilidad de ir perdiendo la sensibilidad al dolor.

Me reí por un rato a causa de las sensaciones que me provocaba el encendedor penetrando mis riñones, pero después de unos minutos, podía ver a través de mi piel cómo todo por dentro se inundaba de sangre, la piel comenzaba a verse morada. Pero seguía sin sentir dolor. Y para ser sincera eso ya no me extrañaba, por que ya en algunas ocasiones me había rebanado pedazos de carne, de mis brazos o piernas, y yo ni por enterada. Parecía como si hubiese perdido la sensibilidad. Me daba cuenta al ver la cara de la gente, aterrorizada y escandalizada por esa escena repugnante. Siempre era lo mismo, ver cómo los demás se asombraban al ver los pedazos de piel colgando, así que de prisa me dirigía a casa y arrancaba la carne sobrante….y ya sólo quedaba esperar a que creciera piel nueva. Eso era todo, no había motivo para alarmarse.

Pero bueno, mejor ya no hablaré de eso, y continuaré mi divertida y romántica historia del encendedor. Mi panza se estaba inflando cada vez más, y podía escuchar cómo me chillan los intestinos, comenzaban a despedir un olor pútrido, asqueroso. Pensé que ya era momento de hacer algo, así que corrí a la cocina y tomé un cuchillo. Me senté de nuevo en el escalón a la entrada de mi casa, me levanté la blusa y clavé el cuchillo sobre la montaña gigante de gases.

La piel se abrió, y la herida se extendió más de lo que yo esperaba, cosas verdes y aguadas salpicaron y pensé que quizá eso se debía a que últimamente me alimentaba con pura gelatina de limón, debido a que recientemente me habían extraído las amígdalas era lo único que no me provocaba náuseas por la incomodidad de tener la garganta abierta.

¿Pero qué hacia la gelatina en mis riñones?... Bueno no soy medico ni nada de eso, así que quizás tenga mucha lógica, puede tratarse de un proceso de digestión debido a mi enfermedad. En fin, en cuanto tenga tiempo, llamaré al doctor para preguntarle.

Volviendo al tema, metí la mano al pozo hediondo que estaba dentro de mí, con la esperanza de sacar el pequeño encendedor rojo y que eso ayudara a que instantáneamente se cerraran las heridas. Y todo comenzó por un maldito cigarro, juro por lo que sea en lo que crea, que no volveré a fumar, ni uno más!. Posiblemente mi razonamiento sea un poco ignorante, pero deben comprender que jamás he leído un libro sobre procesos químicos en el organismo.

Sabía que la causa de todo esto era el encendedor rojo, Sacarlo sería la solución, me dije decidida. Hundí mi mano en esa herida hedionda, lo palpé y lo extraje. El color violáceo de la piel comenzó a tornarse claro, la herida se cerraba lentamente.

Tuve suerte, de inmediato encontré la pieza roja encajada en algún lado, lo saqué, ya aquí estoy tirada en el piso, con los órganos de fuera. Creo que no debí clavarme el cuchillo, eso sólo empeoró las cosas. Ni modo, ya no hay nada qué hacer, todo quedó podrido, inservible. Parte de mis órganos están dispersos por el piso, no siento dolor y ese cosquilleo molesto ha desaparecido, puedo ver los restos de mi cuerpo sobre la alfombra gris de mi recámara…
Tengo ganas de un cigarro…qué bien quedan dos todavía.

La mano entumida me hormigueaba dolorosamente. Sin sobresalto giré mi cuerpo, dirigí la mirada al techo y me quedé pensando en todo lo pasado. Cené tanto que aún no me hace digestión. Miré el costado de mi cuerpo y no había huellas de lesión alguna, el cuarto limpio olía al velrosita de las sábanas.

Monday, August 22, 2005

-Hoy-

Hecha estoy de impotentes blasfemias,
de ira, y orgullo derrumbado.
Soy noctámbula, soy una fauna extraña y abundante,

Vomito mis temores cargados de gestos,
prospero felizmente, creo señales con mis brazos y piernas.

Mantengo márgenes, sedada y abrumada.
Vivo en la planta alta de un helecho,
que por culpa de una plaga, pútridas sus raíces han quedado.

Soy sumisa, decrépita y sucia.
Huele a tumba mi enferma persona.

Hoy mi boca es de plástico derretido y quemante.
Hoy permanezco enmohecida….Agónica….